El Ascendente y el Nodo Norte Vividos desde la Máscara. 4/4/20
En la Carta Natal sabemos que tanto el Ascendente como el Nodo Norte son caminos a recorrer y destinos a alcanzar. Es un proceso ascendente de la conciencia, en el que la misma va reconociéndose en la cualidad de estas energías e integrándolas como propias.
Es un proceso largo, de una o varias vidas. Se alimenta de experiencias, situaciones, escenas y se nutre de personas. Todo ello es la sustancia para que la conciencia se identifique con lo que en principio sólo puede ver afuera. Luego acepta que aquello que ve afuera existe para que ella aprenda algo. Pero aún lo ve como ajeno a sí. Con el tiempo va descubriendo que algo de la naturaleza de lo proyectado es igual a su propia naturaleza, y la persona comienza a cuestionarse. El proceso de identificación e integración se va perfilando.
El Ascendente de una Carta Natal es el camino de aprendizaje e integración en el nivel de la personalidad. Por eso dentro de las diferentes definiciones del mismo, una es la personalidad o máscara: ese vehículo que el ser humano tiene para poder vivir y manifestar su esencia, su Ser, el Self, el Sí Mismo. Y la personalidad está conformada por la experiencia y trasluce los mecanismos de adaptación que la persona ha tenido que activar para hacer frente a las escenas que desde niño se le presentan en la vida, coloreada por las cualidades de su Ascendente. Estas escenas se van impregnando en sus células, en su aspecto, en sus gustos, elecciones, en su modo de expresarse, moverse, hablar, mirar, comer, vestir. Estas escenas lo van llevando a sobre-adaptarse para estar a la altura de las circunstancias y a ponerse trajes y armaduras para identificarse con lo que le pasa. La máscara del Ascendente.
Entonces, si mi Ascendente es Aries, todos me ven muy arian@ y me lo expresan, con connotaciones tanto positivas como negativas: ¡qué energía! ¡qué emprendedor! ¡qué valiente! ¡qué egoísta! Y yo, con el propósito de estar a la altura de las expectativas de valiente o emprendedor o lo que fuera, me esmero por seguir demostrándoles y demostrándome lo bien que me sale ser ¡todo eso! Y cada vez me voy convenciendo de cuán arian@ soy. Pero verdaderamente eso es mi personalidad, mi máscara, que lejos está de ser mi transparente y cristalina esencia. Una cosa es la máscara otra cosa es el Sí Mismo.
Tanto ando yo con mi personalidad ariana, tanto me esfuerzo por conquistar cosas arianas que me rodeo de un mundo ariano. Voy al astrólogo y si no es muy astuto, logro convencerlo de que soy un eximio y evolucionado Aries. Porque yo mism@ estoy convencid@ de ser muy arian@. Todos quedamos atrapados en la Máscara.
El punto de este artículo es precisamente entrenar la habilidad de investigar más profundamente. No dejarnos llevar por las apariencias y rascar para ver que hay detrás de la sobre actuación, sobre adaptación de la personalidad o máscara, tanto del Ascendente como del Nodo Norte.
El punto número uno es saber que la máscara del Ascendente y del Nodo Norte están hechas de la misma sustancia que la Esencia del Ascendente y del Nodo Norte. La CUALIDAD de la ENERGÍA es la misma. Lo que difiere es el GRADO de MANIFESTACIÓN a través de la conciencia.
Estamos llamados a expresar las cualidades zodiacales en su nivel más sutil y elevado de la espiral evolutiva de la energía. Y este viaje hacia la expresión más acabada de estos dos puntos de destino simbolizados en una Carta Natal no tiene fin, es infinito, como infinito es la evolución del Alma Humana.
Entonces, una manera muy congruente de poder darnos cuenta si nos estamos dejando “engañar” o “hechizar” por la máscara, es centrarnos en el concepto de INTERACCIÓN e INTEGRACIÓN al momento de analizar una Carta Natal, tanto en relación a un consultante como con nosotros mismos, en nuestro proceso personal.
Es muy sencillo. Se trata de observar la totalidad de la Carta y la integración y alquimia de los aspectos “antagónicos” que toda Carta posee. Pongo el término antagónico entre comillas, puesto que es antagónico en tanto expresión a nivel de la personalidad, pero es complementario y alquímico a nivel del Self o Sí Mismo.
De manera que puedo quedarme encantada con una consultante, por ejemplo, con Ascendente en Acuario, que trabaja en un organismo internacional humanitario, y diseña proyectos de ayuda con altas tecnologías para personas exiliadas en el fondo del mundo. Un Acuario excelso. Pero resulta que tiene la Luna en Cáncer conjunta a su Nodo Norte en Cáncer y no tiene capacidad de dar ternura, protección ni dedicación a sus propios hijos. Algo necesita ser integrado allí, porque los hijos de esta persona quedaron afuera y el Ascendente no se conforma con ser actuado en forma aislada del resto de la Carta. La respuesta madura del Ascendente deviene de la integración y congruencia con todo el resto.
Respecto del Nodo Norte, el concepto de integración es el mismo pero, debido a que el viaje de integración de la conciencia del Norte no está relacionado con la Personalidad sino más bien con el Alma, la distinción es claramente más compleja.
Me llevó años de mi vida “pescar” orgánicamente a mi Nodo Norte y me sigue costando. Puedo entender todo conceptualmente, pero siempre hay más y más.
Una y otra vez su energía me habla en voz bajita y persistentemente, tal como lo hace la Voz del Alma. Pero la mente me confunde, las certezas ancestrales se imponen. Y tuerzo la dirección. Y oscilo entre un extremo y el otro. El Alma me Habla, mi memoria ancestral las desoye. El Alma me susurra, la escucho, me acerco, me alejo, voy y vengo.
Y esto es porque el eje Nodal es un camino de integración de la conciencia pero en un plano todavía más inconsciente. Mucho más profundo que el plano del Ascendente. Es algo así como el aprendizaje del Alma a lo largo de las distintas experiencias de encarnación, eterno aprendizaje del Alma Viajera.
Al igual que el Ascendente, el Nodo Norte está presente energéticamente en escenas que se precipitan, en personas importantes que aparecen en la vida de uno. Los vínculos y escenas de Nodo Norte son de índole karmática, destinados a ser oportunidades únicas de resolver cuentas pendientes de otros viajes. A veces son Almas Gemelas que irrumpen en la vida sólo por un tiempo para retirarse así como ingresaron.
El Nodo Norte tiene la particularidad de reflejarse en el escenario armado para que la persona lo habite. Es un escenario montado para encarnarlo, para transmutar la utilería en pura vida, transformar los muebles de utilería en algo REAL.
Cuando uno logra hacer este pasaje verdaderamente se siente más REAL, más ENCARNADO, como si el Alma hubiera podido finalmente anclar en el CUERPO. Y se vive una fluidez muy hermosa. Todo empieza a encastrar bien, hace como un click, un encaje alivianador. El afuera me refleja y me apropio del escenario.
Pero, y esto es mi experiencia, lleva un largo camino llegar a este destino y en verdad cuando uno cree haber llegado, el camino continúa. Nuevos escenarios o el mismo nos desafían a ir más y más profundamente al encuentro con nuestra Esencia. Y a que, cada vez más genuinamente, el afuera sea un reflejo del adentro. Una congruencia vibrante de AMOR, cristalina, sutil, llena de LUZ.
A lo largo de la vida transcurrimos cientos de viajes rodeados del escenario que efectivamente está montado sobre las cualidades propias de nuestro Nodo Norte. Entonces pareciera que somos unos experimentados actores en este escenario y libreto. Pero es sólo la máscara, el montaje, la personalidad. La respuesta para estar a la altura de las circunstancias.
Una inquietante y muy antigua certeza asoma desde lejos. Ella nos repite una y otra vez que aquello hacia donde queremos avanzar es erróneo. Que precisamente tenemos que ir para el otro lado. Es el polo o extremo opuesto del eje nodal.
Les voy a dar un ejemplo muy claro: Nodo Norte en Cáncer o en Casa IV, Nodo Sur en Capricornio o en Casa X. La certeza de quien tiene este eje nodal bien podría ser: trabajá, esforzate, construí un futuro, atendé los asuntos laborales o profesionales, adquirí solidez en el mundo social, laboral, institucional, proveé a tus hijos, que tengan una buena educación, bienestar económico, rodéate de figuras de prestigio o instituciones de reconocida trayectoria. Uno siente que así va a lograr el tan deseado progreso y su lugar en el mundo. El Nodo Sur nos habla de certezas que hay que eliminar. De memorias de otras vidas quizá, o de ancestros, que son muy pesadas y que ya fueron vividas la suficiente cantidad de veces como para no volverlas a repetir y sólo quedarnos con la experiencia de lo vivido, para así, en esta encarnación, nutrida por el aprendizaje de la anterior, poder abrirme de lleno a habitarme con la frescura de la nueva energía del Nodo Norte. Desconocida por cierto.
La paradoja es que muy posiblemente nos rodeemos de una escenografía muy al estilo Nodo Norte, con características de la personalidad teñidas con colores del Nodo Norte que confunden, despistan, no solo a los demás sino a uno mismo. Una puesta en escena canceriana, en nuestro ejemplo, que esconde las maniobras del Nodo Sur, agazapadas detrás del escenario, con mucho miedo de soltar las certezas conocidas y lanzarse a la experiencia del Nodo Norte.
Con miedo de soltar los hilos de la marioneta y permitirle desplegarse como un verdadero actor que conduce su vida.
Entonces, en apariencia soy una eximia actora de Nodo Norte, pero, de nuevo, si rascás un poquito, aunque acá la certeza está arraigada tan profundamente, que es muy probable que tengas que cavar un túnel muy profundo que llegue al fondo de la tierra para descubrir quién está allí moviendo los hilos de tu vida.
Así, una persona Nodo Norte en Cáncer puede dedicarse a una profesión de ayuda, que implique empatía, nutrición, cuidado del Ser. Y lo haga muy bien a nivel profesional. Pero en el fondo, ella y sólo ella sabe si hay un motor muy interno y escondido, encendido con el combustible de la ambición profesional y del reconocimiento social o institucional o simplemente del pánico a la crítica, desaprobación o desprestigio de la autoridad capricorniana. Algo muy propio de su Nodo Sur en Capricornio.
De nuevo la máscara que puede engañarnos. Esta es mucho más compleja de desenmascarar en una consulta y con uno mismo simplemente porque es un aspecto mucho más inconsciente, más negado, más ancestral.
Incluso durante muchos años de nuestras vidas volvemos a repetir historias y a manifestar escenas coloreadas con los tonos del Nodo Sur. Simplemente para montarnos un escenario donde podamos finalmente sanar la memoria.
Con esto cierro mi idea para que estemos vigilantes a las tretas que nos hacemos cuando se trata de tener coraje para integrar y adquirir maestría con las energías frescas, desconocidas e inexploradas del Ascendente y del Nodo Norte.
Gabriela Ciminieri – Consultora Astrológica en Astrología Viva®
Escuela de Astrología Presencial y Virtual
www.astrología –viva.com
@astrologia-viva
Astrología Viva GC
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