Como siempre les digo el año astrológico comienza cuando el Sol ingresa a los 0º de Aries o Punto Vernal, particularmente este año el 20 de marzo y no el 1 de enero, como indica el calendario gregoriano. Hasta el año 1582 el Año Nuevo era el 20 ó 21 de Marzo. Luego, el Papa Gregorio XIII cambió el calendario Juliano por el Gregoriano, que usamos actualmente. Pero en Inglaterra, país con gran tradición astrológica, mantuvieron el Calendario Juliano hasta el siglo XVIII. De esta manera empezamos a distorsionar y perder la sintonía con la energía disponible. Esta es muchísimo más potente el 20/21 de marzo que el 1 de enero. Cambiar el calendario implica desperdiciar energía, usarla a destiempo. De manera tal que, debido a una decisión de la Iglesia motivada tal vez por otros intereses, la humanidad toda celebra un inicio de vida en un momento del año astrológico de repliegue, relacionado con una TIERRA CAPRICORNIANA – estadio DIEZ evolutivo de los doce totales- de consolidación y concentración de energía, de esfuerzo, trabajo, madurez, sostén, muy lejana al estadio UNO ariano de FUEGO, de explosión, liberación, frescura, velocidad, deseo …. mmm empezamos al revés. Insisto, no aprovechamos la vitalidad del Cielo. O sea, lo NATURAL, y no la convención, es ARIES. ARIES es fuego, es inicio, es atrevimiento, espontaneidad, deseo, valentía, impulso, vitalidad …. Son varias cosas que estamos haciendo mal acá abajo en la Tierra. ARIES marca el inicio de las estaciones, el Equinoccio, la primavera en el Hemisferio Norte y el otoño en el Hemisferio Sur.
¿Cómo luce el Cielo en este Año Nuevo y Cómo Podemos Sintonizar con la Frecuencia Celeste?
Una método muy interesante y práctico para quienes tienen un cierto conocimiento de astrología, consiste en sacar la Carta del año Nuevo, analizarla, comprender la energía a nivel mundial y luego sobreponerla - biwheel- con la propia Carta Natal. De esta manera veremos cómo lo colectivo se inmerge o moviliza nuestro propio campo electromagnético. Y en base a esta observación, vamos a tener una idea más clara de nuestro lugar en el mundo durante el año que inicia.
La Carta del Año Nuevo 2022 se levanta para Greenwich, United Kingdom, a las 03:33 PM. Tiene un Ascendente en Virgo, y el Sol, obviamente a 00° 00´de Aries en Casa VIII, en Conjunción a Neptuno, partil cúspide de VIII. Y acá tenemos la primera data: la claridad ariana se ve inmergida por una energía que, por un lado, busca sensibilizar, ablandar, humanizar, unir a los hombres, pero, como ya sabemos, en una frecuencia vibratoria baja, podemos observar delirios mesiánicos, manipulación a nivel colectivo, anestesia de las masas, estafa, engaños y mentiras. Mercurio y Júpiter también están en Piscis, a 17° y 18° respectivamente, amplificando una comunicación global a través de imágenes que penetran en lo más profundo de nuestro ser. Nuestra base debe estar en la compasión, en el anclaje del amor universal, en la empatía y resonancia con el dolor de espanto que atraviesa la humanidad con esta guerra. Más allá de la confusión y desconcierto global ante semejante evento, con las opiniones que cada uno pueda tener sobre ello, las energías transpersonales en juego en esta Carta -que fijarán los códigos para todo el año astrológico - son de corte netamente transpersonal: Acuario y Piscis - Venus, Marte y Saturno en Acuario activando la sensibilidad, la reacción y el compromiso social y humanitario. No podemos ser indiferentes ni aislarnos de lo que acontece, más allá de las diferentes opiniones sobre el Covid o la Guerra, que respeto. Virgo como Ascendente anual, es un signo de tierra que nos pide conectar con el orden, lo práctico, el servicio y la colaboración. La inexorable contundencia de los signos de Tierra nos enfrenta a hechos concretos que debemos enfrentar. No hay lugar para egoísmos arianos, ni para vivir en una burbuja neptuniana. Aunque las energías neptunianas y el Sol Neptuno puedan virar para ese lado en muchas personas, los amantes de la evasión, el escapismo y la indiferencia -aunque bien argumentada- también deberán conectar con las configuraciones más duras de esta Carta: la cuadratura de Urano -regente de Acuario- en Tauro con Venus y Marte- aspectos revolucionarios y combativos cuando la conciencia vibra en esa frecuencia. Y como la humanidad vibra en gran parte en una frecuencia de ambición, violencia, dominio y miedo, estos aspectos no puede ofrecernos su gracia y bendición, que por cierto son muchas. Al igual que Plutón en cuadratura a la Luna en esta Carta anual. Pero no perdamos de vista la vibración elevada de las configuraciones que nos acompañan par poder visualizarlas y crearlas. Lo uraniano es "Libertad", "Creatividad", "Progreso" y en lo bajo es todo lo contrario, sometimiento, castración y la tecnología usada para fines inescrupulosos. Lo neptuniano es "Unidad" y "Amor Incondicional" "Ascensión Planetaria a dimensiones más elevadas" y en lo bajo es "Delirios Mesiánicos", engaños, estafa, anestesiar, confundir a las masas, transformarlas en rebaños dormidos y, finalmente, lo plutoniano es "regeneración", "purificación", "renacimiento" y vibrando bajo, es corrupción, destrucción, voracidad de poder, control e intencionalidad de matar de miedo a la gente. Sepamos y tengamos bien claro las distintas manifestaciones de la energía en la Espiral Evolutiva. Recuerden, las mentes despiertas son imbatibles.
Comments