METIDOS EN LA CUEVA PARA REFLEXIONAR
¿Cómo darle sentido a esta experiencia? ¿Cómo descubrir mi responsabilidad individual en esta pandemia? ¿Tengo la valentía de encontrar el murciélago dentro de mi?
Seguimos metidos en nuestras “cuevas” y aún nos queda más tiempo. Ojalá nos quedemos el tiempo necesario para hacer las tareas del Alma que esta situación amerita. Ojalá estemos a la altura de las circunstancias. Registren el significado del término, cueva, caverna, casa, morada en todas las religiones y cosmogonías. Lo que está pasando parece ciencia ficción pero no lo es.
A los propósitos del Alma esto es visto como una OPORTUNIDAD. A los propósitos de la economía y destinos de las personas en condiciones precarias es una catástrofe. Sea lo que fuere, somos testigos privilegiados de un capítulo de la historia de la humanidad inédito, después del cual nada volverá a ser igual. Eso espero. Vayamos buscando adentro y afuera, conectando lo de afuera con lo de adentro. Este virus es un virus acuariano: busca despertar la conciencia de solidaridad, igualdad y hermandad. También desde la paradoja: aislamiento y distanciamiento social.
Como se imaginarán voy a meditar junto a ustedes sobre lo primero –los propósitos evolutivos del Alma- bajo la tutela de los Ciclos Planetarios que se repiten incesante y matemáticamente desde que el Sistema Solar existe.
Y acá, quienes investigamos en la relación del Cielo con la Tierra, contamos con una información sobre las CUALIDADES que posee el TIEMPO: pasado, presente y futuro. Contamos con fechas, alineaciones, inicios y finales de ciclos de nuestro planeta en relación con el sistema solar. Información esta que puede servir para observar el potencial evolutivo individual, como semillas cósmicas, y el colectivo, como especie humana. También para decodificar los mensajes del Cielo y que ocurra el milagro de sincronizar y alinearnos internamente con la vibración actual.
Es esta la GRAN OPORTUNIDAD de nuestras vidas para tomar conciencia de que lo único que nos ayudará a sincronizar con los Ciclos de la Vida es el AMOR en UNIDAD e INTEGRACIÓN. No es un cliché, es vitalidad. Es lo que debería ser naturalmente.
Empecemos entonces a conocer los Ciclos, porque para amar algo tengo que conocerlo. Intentaré explicar un tema astrológico que para mí es muy complejo de una manera sencilla, evitando no pecar de reduccionista.
Los Planetas son ENERGÍAS VIVAS que conforman un CUERPO VIVO. Son como órganos que interactúan entre sí y conforman un sistema. La Tierra es un órgano constitutivo de este Cuerpo Vivo y como tal interactúa con los movimientos del Sol, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno, Plutón y miles de miles de cuerpos celestes más pequeños conocidos y por conocer. Lo “por conocer” es una inmensidad que se nos va a ir revelando a medida que nuestras conciencias estén listas, tal como se nos fueron revelando por ejemplo Plutón en 1930 o Quirón en 1977, por nombrar algo muy reciente y moderno.
Configuraciones Planetarias Universales. Clima Astral de un Momento Histórico.
Estos cuerpos celestes se mueven a un ritmo cíclico y exacto, a través de las constelaciones y son los astrónomos quienes calculan con exactitud su trayectoria, y los astrólogos quienes plasman en las efemérides los grados de cada signo del zodíaco, día a día, en los que estos planetas se encuentran.
Asimismo, se puede observar con precisión la danza que realizan los planetas entre sí: cuándo se encuentran y se juntan en una conjunción, dando origen a una liberación, explosión incontrolable de energía; cuándo se apartan entre sí, mirándose con recelo, a una distancia incómoda y tensa de la cuadratura, cuándo se miran de frente, cara a cara en una oposición, ya no pudiendo esconderse más porque todo se puso en evidencia. Estas posiciones son las Configuraciones Universales, el Clima Astral de un momento histórico determinado. Lo mismo ocurre cuando los planetas ingresan en un signo: se producen grandes movimientos, porque cambian las vibraciones.
Las vibraciones son corrientes de energía que toman forma material o inmaterial en el plano de la manifestación terrestre. Voy a ir a ejemplos concretos de la vida diaria, teniendo en cuenta el axioma hermético “Cómo es Arriba es Abajo, como es Adentro es Afuera”.
En el Plano Material, vemos que, si en la composición química de los planetas encontramos hierro, níquel, amoníaco, silicatos y cientos de minerales, en los cuerpos de los seres vivientes encontramos las mismas sustancias en pequeñísimas cantidades, en forma de “oligoelementos” esenciales para el desarrollo esencial del metabolismo.
En el Plano Invisible, y esto es más desafiante aún para nuestras mentes, vemos la cualidad vibratoria de los elementos que conforman los signos zodiacales manifestarse, tomar forma en TEMPERAMENTOS: arriba el fuego, abajo una persona energética, deseante, de acción, determinada, cuando su vehículo de manifestación, o sea su mente, está limpio y abierto y manifiesta armonía con el Cielo, o, abajo una persona narcisista, auto centrada, avasallante, atropellada, vanidosa, violenta cuando la consciencia como vehículo de manifestación, está distorsionada. Y así con cada elemento. Si afuera contaminamos océanos y cielos, adentro estamos haciendo lo mismo con nuestros pensamientos, vínculos, emociones. Si contaminamos a nivel colectivo, es porque estamos contaminando a nivel individual. Esto es clave. Darnos cuenta de mi aporte al colectivo. Ya, esto es urgente. Preguntarnos cómo contribuí yo a esta pandemia.
Y quizá tengas la suerte de encontrarte con tu sombra, con tu monstruo, con tu murciélago. Y aunque tenso y doloroso, es necesario que emerja esa verdad incómoda para transmutarla en energía de purificación y así entre todos atravesar y transformar nuestras vidas después de esta pandemia.
Los Ciclos Planetarios definen climas energéticos, son esencias espirituales cargadas de información que se repiten cíclicamente y se van superponiendo unos con otros. Cada Ciclo nos imprime su cualidad, la que se extenderá por el tiempo que dure el mismo. Conocer los ciclos es muy interesante porque su conocimiento puede transformarse en auténtica SABIDURIA individual y COLECTIVA cuando atravesamos la experiencia con CONCIENCIA PLENA. Por ejemplo, no es lo mismo atravesar la pandemia del Corona Virus con conciencia plena que de manera inconsciente; no es lo mismo conocer la “matemática” subyacente de los Ciclos y su correspondencia simbólica, que creer que la pandemia es el resultado únicamente de haber descuidado y maltratado el planeta Tierra. Se trata de algo que va más allá de eso, quizá lo correcto sería decir que va más adentro que eso.
Yo les voy a ir explicando los distintos Ciclos Planetarios de manera sencilla para que todos podamos comprenderlos e ir captando su propuesta. Son Ciclos Históricos que nos van hablando de cómo la humanidad respondió a ellos y de dónde podemos transformar el presente hasta acompañar las mutaciones inevitables que como especie iremos viviendo.
Para esto van a tener que saber cuáles son las cualidades de estas esencias espirituales, los Planetas, dado que ellos canalizan la vibración del Sistema Solar y cada uno tiene su manera e impronta y forma de hacernos comprender los mensajes.
Les voy a dar una muy breve reseña de la FUNCIÓN en nuestras vidas colectivas e individuales de planetas cuyos ciclos tomamos en cuenta para comprender la Historia de la Humanidad. Ellos son los Planetas Sociales: Júpiter y Saturno y los Planetas Transpersonales: Urano, Neptuno y Plutón.
Júpiter: benevolencia, expansión, esperanza, confianza, alegría, entusiasmo, idealismo, trascendencia, sentido, dirección, maestría, guía, visión.
Saturno: compromiso, responsabilidad, construcción, planificación, diseño, ordenamiento, estrategia, criterio. Son las autoridades, los gobiernos, las instituciones, las leyes, las restricciones, los muros, los límites.
Urano: unión, globalización, hermandad, humanitarismo, colaboración, innovación, cambio, mutación, creatividad, transparencia, claridad, tecnologías, los aviones, el rayo, saltos cuánticos, irrupción, la electricidad, internet.
Neptuno: amor universal, unidad, resonancia, empatía, espiritualidad, inconsciente colectivo, el origen, el océano, la mística, el arte, memorias ancestrales, lo holístico, la sanación espiritual, movimientos en masa, imágenes colectivas.
Plutón: regeneración, transmutación, transformación, purificación, liberación, fuego, volcán, el inconsciente, alquimia, muerte, resurrección, dolor.
Cuando las conciencias individuales y colectivas están alineadas con las esencias espirituales de los planetas, se manifiestan las mejores versiones de los mismos. De lo contrario, emergen las manifestaciones densas:
Júpiter: excesos de todo tipo, dogmatismo, negación de la realidad, exageración, irresponsabilidad.
Saturno: totalitarismo, absolutismo, despotismo, rigidez, tiranía, opresión, dureza, frialdad, sequedad, castración.
Urano: alienación, automatismo, desconexión, ansiedad, frialdad, mente disociada del corazón, pérdida de lo humano, mecanización de las masas.
Neptuno: confusión, engaño, evasión de la realidad, hechizo, pérdida del yo, pérdida de la voluntad, alienación en el colectivo, adicciones, melancolía, depresión, engaño y hechizo de las masas, los virus y su viralización masiva.
Plutón: Terror, despotismo, crueldad, muerte, fantasmas, monstruos, psicopatía, manipulación, control, abuso, juegos de poder, corrupción.
Les dejo una tarea para el hogar: tomen de cada planeta esas cualidades que ven proyectadas en el afuera que ustedes crean que nos llevaron a este presente pandémico.
Luego, tomen de cada planeta esas cualidades que ven en ustedes mismos que crean que contribuyeron a esta pandemia. Por ejemplo, falta de compromiso, consumo exagerado de sustancias, alimentos, ropa, viajes, etc…
En la Parte 2 ya nos metemos de lleno a describir cada Ciclo Planetario.
¡Que Dios nos Bendiga!
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Escuela de Astrología Viva - Gabriela Ciminieri
GBY
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